Déjame amarte
a la distancia,
déjame besarte con mi alma,
déjame estar para ti cuando lo
necesites,
déjame ir.
Soy un alma
herida,
errante y vagabunda,
soy un alma viva
y fría,
llevo mi nuevo
luto encima.
No te alejes
tanto,
No desaparezcas
de mi vida,
No me
castigues con tu silencio,
No me dejes
sola con mi herida.
No me prives
de tu llanto,
Deja que se
enjugue con el mío,
No me prives
de tu voz,
Que me
acompaña desde hace tanto.
Creo que
siempre correré a tus brazos,
Llorando como
niña desprotegida,
Que ha perdido
a su padre y,
Que ya no
encuentra el amor.
Siempre buscaré
tu voz que amo como a nada,
Siempre buscaré
tu abrazo que me calienta como ninguno otro,
Siempre buscaré
tu humor que me sorprende cada vez,
Siempre recordaré
tu amor ardiente y cortés.
Temo mucho lo
que está por venir,
Aunque Dios
siempre promete bendecir,
Anhelo poder volver a encontrar las ganas de vivir,
Y quizás,
algún día, poder ser, en alguna medida, feliz.
Te amé, te amo
y te amaré a mi manera en mi corazón.
Ariadna Guzmán
Septiembre
2022